Consejos para neumáticos de autos, SUVs y camionetas
Si tienes una llanta ponchada, puede ser por varias razones. A menudo, la pérdida de presión de inflado es consecuencia de una ponchadura o daño en el costado de la llanta pero también puede ser una fuga en la válvula, en el tapón de la válvula o incluso en la rueda. ¿Qué hay que hacer cuando se poncha una llanta?
Vayamos a lo esencial de la cuestión.
¿Cómo puedo saber si mi llanta desinflada está ponchada?
Una llanta desinflada puede haber sufrido una ponchadura. La ponchadura puede haber sido provocada por un clavo, un objeto extraño afilado sobre el que has manejado, un impacto en el costado o una válvula con fugas.
Señales de que puedes tener una ponchadura en la llanta:
- Dirección lenta o pesada
- Arrastre aparente en el carro al rodar lentamente
- Un tirón constante en una dirección
- Aumento del ruido de una llanta en las curvas
- Aviso del sistema de control de la presión de las llantas
- El carro no está nivelado al asentarse en el suelo
- Una llanta de aspecto más deformado al asentarse en el suelo
En este caso, se recomienda cambiar la llanta (o acudir a alguien para que la cambie) y mostrar la llanta ponchada a un profesional.
¿Es seguro manejar con una llanta ponchada?
No. Cualquier ponchadura de llanta, independientemente de su tamaño, debe ser revisada por un profesional cualificado. No es seguro volver a inflar una llanta dañada porque se corre el riesgo de que se rompa y se produzca un desinflado rápido que puede provocar daños alrededor. Manejar con una llanta dañada puede suponer un riesgo para ti, para tus pasajeros y para otros usuarios de la carretera, ya que el carro puede no maniobrar con normalidad y la llanta puede romperse.
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Daños en los costados de las llantas
Los daños menores en la banda de rodamiento, lejos de los hombros y el costado de la llanta, suelen ser reparables.
Pero cuando una ponchadura o desgarro se produce en cualquier lugar cercano o en el costado, no admite reparaciones menores. En estas situaciones, para garantizar que la llanta sea utilizable, se debe recurrir a una reparación del costado, denominada reparación mayor, para garantizar que el costado esté suficientemente reforzado pero siga siendo flexible. A menudo, este tipo de reparación no es económica para una llanta de carro, y no muchos distribuidores de llantas tienen el equipo necesario.
Por lo tanto, puede ser preferible sustituir la llanta por una nueva.
Las reparaciones de las llantas del carro solo deben ser realizadas por técnicos competentes. El reparador puede negarse a reparar las llantas por varias razones, como por ejemplo si sospecha que el carro ha circulado con la llanta poco inflada.
Hay una serie de razones adicionales por las que una llanta puede no ser reparable. Si detectas alguno de estos síntomas, la llanta no es apta para ser reparada y debe ser sustituida:
- Menos de 1,6 mm de profundidad en los ¾ centrales de la anchura de la banda de rodamiento
- Debilidad o daño estructural o del talón, incluida la corrosión interna causada por la entrada de humedad a través de los cortes
- Goma envejecida
- Múltiples ponchaduras previas
Tengo una rueda desinflada que no está ponchada ni dañada
En este caso, puede haber una válvula o una rueda con fugas o puede ser que las llantas necesiten un mantenimiento más regular. Es natural que las llantas pierdan un poco de presión de inflado con el tiempo. Como parte del control regular, la presión de inflado puede completarse periódicamente, siempre que la presión no haya caído lo suficiente como para causar daños a la llanta.
Se recomienda comprobar la presión de inflado de las llantas al menos una vez al mes y antes de cualquier viaje largo. Este control también permite identificar si hay un cambio en el ritmo de pérdida de presión de inflado que pueda requerir una investigación.
Sin embargo, si no se gestiona, la pérdida de presión puede acabar provocando un importante subinflado, que presenta varios riesgos:
- El subinflado acorta la vida útil de la banda de rodamiento al aumentar la tasa de desgaste en general, pero en particular en los bordes exteriores (u hombros) de la llanta.
- El subinflado también puede provocar una flexión excesiva y un sobrecalentamiento, lo que aumenta las tasas de desgaste de la goma pero también debilita la estructura de la llanta.
- El subinflado puede afectar a la maniobrabilidad y al rendimiento, por ejemplo, en caso de frenada brusca, sobre todo en tiempo húmedo.
- El subinflado aumenta el consumo de combustible al incrementar la resistencia al rodamiento de las llantas, lo que implica paradas más frecuentes en las estaciones de servicio y un mayor costo de combustible.
Para evitar estos problemas, es importante comprobar regularmente la presión de las llantas, independientemente del tipo de vehículo que conduzcas.
¿Qué llantas pueden evitar las ponchaduras?
Las llantas Michelin con tecnología Selfseal® evitan la pérdida de presión por ponchaduras y sellan inmediatamente las penetraciones en la banda de rodamiento de menos de 6 mm de diámetro. Esto protege la llanta durante un periodo limitado hasta que se pueda reparar la ponchadura.
Las llantas MICHELIN ZP se identifican por el logotipo ZP en el costado. Tienen un costado reforzado para soportar la carga durante un período limitado en caso de pérdida de presión de inflado.
Con una llanta MICHELIN ZP puedes seguir manejando, pero a una velocidad máxima de 80 km/h durante una distancia máxima de 80 kilómetros, hasta encontrar un distribuidor que repare o sustituya la llanta. Con más de una llanta ponchada, no debes seguir manejando.
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